Colaboraciones · Poesía

Una actuación eterna y dulce

Ella nunca ha sido más que la esencia
de su propia corona de rosas,
un torrente que, al salir de su boca,
se pierde en sus propios meandros,
unas estrechas caderas mecidas sensualmente
por melodías que le ofrece
un semicírculo de semidioses
(trajes impolutamente negros, sombreros de bombín)
dibujado tímidamente
detrás de la única reina.
Es tan solo una niña
delimitada por una prenda
que se alimenta de su cintura.
Cada día alarga un poco más
la raya del ojo
para ampliar su campo de visión.
Juega a ser gata.
Su voz araña.
Su belleza también,
la de su luz
y la de sus historias.
La ubicua actuación,
que ocurre entre los paréntesis
de una burbuja límbica,
solo se interrumpe
cuando el vestido se harta de comer
y le pide reposo.

(…)

Ella vuelve a salir a escena.
Tú, maravillado, contemplas
la dulzura de su sonrisa,
la ampulosidad de su nueva falda, esta vez roja,
el continuo movimiento
de unos músculos
continuamente danzarines.
Sobre el escenario de la vida
ella nunca ha sido más que así
y tú, perdido entre la masa oscura e informe,
te iluminas:
sabes que el descenso a lo terrenal
se ha vuelto imposible.

T_W&R

Poema incluido en la antología dedicada a Amy Winehouse Wine&Roses de la editorial Le Tour 1987, dirigida por Mario Quintana. Podéis escucharlo recitado aquí.

Fotografía de Adrián González (Gliese Audiovisual)

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